viernes, 10 de diciembre de 2010

¡¡URGENTE!! Hostigamiento al pueblo Cocama por la petrolera Pluspetrol Norte S.A. en el río Marañón en el distrito de Loreto (Amazonía peruana)

Desde la Amazonía peruana nos ha llegado el testimonio de Natalia Matzner y Rafael Rodríguez del Grupo de Antropología y Estudios de la Cultura Visual de Barcelona, dos compañeros antropológos que están siendo testigos del hostigamiento que el pueblo indígena de los cocamas está sufriendo desde los recientes derrames del río Marañón y la acción esquilmadora de la empresa petrolífera. Reproducimos a continuación dos artículos sobre este devastador envite desarrollista que pretende acabar con esta tierra, sus gentes y su cultura.

La boa negra: Desastre en el Río Marañón, Amazonía Peruana [documento #1]
Por Natalia Matzner y Rafael Rodríguez (Grupo de Antropología y Estudios de la Cultura Visual de Barcelona, 2010

Dicen que cuando una boa se estira es porque está midiendo a su víctima, eso es lo que hace el oleoducto de la batería 3 del lote 8x de la empresa Pluspetrol Norte S.A. desde 1970. El oleoducto se estira en una longitud de 16 kilómetros desde el interior de la Reserva Nacional Pacaya Samiria hasta la orilla del río Marañón, el principal afluente que da nacimiento al río Amazonas.

El 19 de junio del 2010 nuevamente el río Marañón sufrió un derrame de petróleo crudo, en el año 2000, ya sufrió un derrame de 5.500 barriles de crudo por el cual nunca nadie hizo nada, básicamente por desconocimiento de los derechos por parte de la población local, en este último caso alrededor de unos 80 mil afectados, gran parte de ellos pertenecientes a la etnia cocama.

Los cocamas viven en la ribera del río Marañón, tal y como dice su nombre en la lengua tupí-guaraní, es la “persona que vive del medio”, ellos viven de la pesca, incluso en lengua cocama, pescador, cazador y guerrero son sinónimos, es decir persona que sabe matar; si la pesca se malogra se acaba con el principal medio de subsistencia local, a la vez que produce una enorme corrosión del carácter por perder lo más importante que se puede ser dentro de estas sociedades, pescador- guerrero es decir “gran persona”, con un status claramente reconocido, por tanto un terrible impacto que los lleva a la aculturación; ¿a que se dedicará esta gente que pierden lo que saben hacer?

Dentro de la cosmovisión cocama, es en el río donde descansan los huesos y los espíritus de los antepasados, es ahí donde siguen vivos, donde se mantienen y no se desperdician. Hay miles de historias que remiten al río, no poder usar esta agua nunca más, perder el contacto con el río, sentir manchado el terreno sagrado, es otro de los aspectos importantes a tener en cuenta para entender la gravedad de la contaminación para la población local, aunque por supuesto lo mas evidente y de urgencia es la cantidad de enfermedades digestivas, hepáticas y dermatológicas que se han disparado por toda la zona desde la fecha del último derrame.

Agua del río y pescado fresco es la base de la cultura cocama, aparentemente eso mismo reciben de la empresa cuando esta destruye el medio, agua embotellada y latas de atún, sin ni siquiera preocuparse a dónde irán esas toneladas de latas y plásticos una vez consumidos; consumidos en algunos de los casos, la población nos comentaba en nuestro viaje, que el atún enlatado les producía irritación en la piel y por eso preferían deshacerse de las latas, otras veces nos decían que contenían carne humana, otros que contenían carne de bufeo (delfín rosado), que no se come y que dentro de la cosmovisión cocama es un hombre blanco, también, los lugareños recibieron alimentos que se encontraban deteriorados y llenos de gusanos.

La empresa también ha dado dinero a 28 comunidades cocamas, 1600 soles por familia, un total de 1300 familias, esto mantuvo durante dos meses en discusiones a las autoridades locales del distrito de Parinari para ver a quién le tocaba el dinero, generando casi el olvido del problema inicial, el crudo en el río. Este dinero ha generado numerosas rupturas, tanto dentro de las organizaciones indígenas, como también divisiones dentro de las comunidades, la poca costumbre de los lugareños a cantidades de dinero ha generado abandonos por parte del cabeza de familia o que el dinero se esfume en compras sin sentido a nuevos comerciantes que enterados y de forma oportunista visitan la zona, aumento del consumo de alcohol industrial de forma individual, entre otras cosas.

El dinero en las comunidades se repartió de forma selectiva, mientras que la contaminación por crudo afecta a todos. Para recibir la cuantía hacía falta ser dueño de una casa o ser un matrimonio, por tanto hay cantidad de casos donde personas sobre todo mujeres quedaron fuera de toda posibilidad de recibir este dinero.

Nos preguntamos si la corporación es conciente de estos efectos negativos que su forma de subsanar daños genera o por consiguiente, si estas acciones son parte de un plan para debilitar las respuestas que afloran por el malestar social y así apaciguar a la gente. Lo que sin duda si parece es que es fácil jugar con la ansiedad de un pueblo sediento, lleno de necesidades, en situación de abandono por parte del Estado, generando una relación feudal entre empresa y lugareños.


La empresa en un intento de recoger el crudo derramado vertió un químico aglutinante a las aguas del Marañón, que precipitó el crudo al fondo del río. Hablando con José Álvarez y Victor Sotero Solís del Instituto de Investigación de la Amazonía Peruana (IIAP), y con el biólogo Roberto Pezo de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, nos informaron que por una parte una vez usado el químico en cuestión debería ser recogido y no esperar a que se precipitara como fue el caso, (en la lógica de río como basurero), en definitiva en vez de limpiar el agua sólo se escondió la contaminación, por otra parte, el crudo y el químico en el fondo del río es comido por peces pequeños y de ahí a través de la red trófica llega al consumo humano.

La ingestión de estos absorbentes de grasas por parte de los peces hace que ellos pierdan también sus grasas, es decir sus huevos y cabe la posibilidad de que no se reproduzcan. Igualmente lo más destacable de este asunto es la cuestión de bioacumulación por la cual los peces carnívoros grandes después de haber comido muchos peces pequeños absorben todos los hidrocarburos y metales pesados que estos pequeños contengan y estos después llegan a las personas que también van acumulando metales, con las gravísimas consecuencias que esto conlleva. De alguna manera esto efectos son evidentes y en cada comunidad existen enfermedades digestivas, hepáticas y dermatológicas, los efectos mas dañinos de la contaminación en personas se verán más a largo plazo, ¿se desarrolla un cerebro joven, lleno de plomo o cadmio?

Esta situación no para de agravarse, la falta de agua (porque ni llueve), alimentos y medicamentos y en una necesidad enorme de ser oídos, ha obligado a una organización indígena divida a tomar diferentes medidas, una parte de ellos decidieron tomar el río Marañón desde el lunes 25 de octubre, después de varios días de corte, también deciden tomar la carretera de Iquitos – Nauta, generando una enorme tensión, 5 mil indígenas estuvieron en la orilla del río impidiendo el paso de las embarcaciones a espera de respuestas, hasta el 29 de octubre que finalmete se abrió de nuevo el río después de las primera consecuencia grave de esta toma, se habla de desaparecidos, también de muertos en los enfrentamientos contra las lanchas que pretendían pasar, la prensa regional lo deja en sólo un desaparecido que ya apareció, un joven de veinte años que cayó de una canoa en el intento de parar una lancha comercial.

Los cocamas se enfrentan a varios retos importantes en una situación como es la actual, principalmente deben saber discernir en qué consiste el desarrollo para su pueblo, desde la industria, desarrollo siempre será una cuestión de más máquina, sin embargo los lugareños deben pensar el desarrollo en otras líneas, como por ejemplo la recuperación de la cultura y la lengua, la creación de redes para la defensa del territorio y fortalecimiento de sus organizaciones indígenas sin tener en cuenta los chismes y difamaciones, si no es así el futuro será mas oscuro que el petróleo, ya que no es sólo el petróleo lo que les amenaza, el desarrollo de macroproyectos paralelos a las industrias extractivas tales como la construcción de un tren desde Iquitos a Yurimaguas para trasportar el crudo por tierra, deforestando incluso zonas reconocidas como parque nacional y sin ni siquiera haber consultado a las comunidades nativas residentes, siendo esto un derecho. O la implantación de árboles de aguaje modificados genéticamente que en teoría absorben metales pesados ¿que fruto puede dar un árbol alimentado con zinc o plomo?

Todo esto pasa en el río Marañón y el bajo nauta donde nace el río Amazonas, la séptima maravilla del mundo.

Nota de autores: La foto del niño Óscar Mozombite, forma parte del expediente de denuncia para el juicio por la vía civil. En el video se puede ver un extracto de la declaración jurada de su madre.
 


¿Qué dicen los tigres?, últimas noticias desde el río Marañón, Amazonía peruana [documento #2]
Por Rafael Rodríguez y Natalia Matzner (Grupo de Antropología y Estudios de la Cultura Visual de Barcelona)

“¿Qué dicen los tigres?”, así se dirigen los indígenas Cocamas a sus hermanos cuando uno se acerca al grupo, se refieren a sus iguales como tigres, el animal más fiero de la amazonía, conocido en la zona como otorongo y relacionado a un millón de historias donde se miden fuerzas, capacidades y poderes. Enterarse qué dicen los tigres es fundamental para saber en qué punto se encuentran los que nos rodean y saber si el terreno es transitable, pacífico o se esta rodeado por la amenaza. Una amenaza supone un peligro inminente que se acerca, y ese peligro es la enfermedad, la muerte de los habitantes de la amazonía y la devastación de la tierra. Entonces, ¿quién es éste depredador? ¿quiénes son los responsables?

Perú está divido por casi 60 Lotes, incluso el distrito de Loreto (amazonía) está por más de la mitad en manos de cinco empresas petroleras (Talismán 15,4%, ConocoPhilips 14,6%, Cepsa 12%, Repsol 6,7%, Pluspetrol 5,4%), y donde la ciudad de Iquitos misma se encuentra dentro de un lote petrolero (lote 122). El Estado da en concesión estos Lotes a empresas, industrias extractivas, multinacionales…etc., como si estuviesen vacíos, sin gente, sin flora y fauna milenaria, sin respetar las mismas reservas nacionales que ellos mismos nombran y sin regularizar las devastaciones humanas y naturales que producen las extracciones de minerales e hidrocarburos. El último comunicado de la organización de indígenas de la Amazonía peruana ORPIO, revela la irritación a causa del derrame de petróleo realizado por Pluspetrol Norte S.A. del pasado 19 de Junio en el río Marañón, el siguiente extracto del comunicado apuntala a los responsables: “Los conflictos sociales como el Baguazo, no son reacción antojadiza de un grupo de bárbaros, sino una respuesta a la impotencia de no ser escuchado por este gobierno que sólo le importa el color verde del dólar que podrá sacar de cada Lote Petrolero”.

Amenazados, así es como ante la presión de las negociaciones entre lugareños y empresa, la gente del río Marañón se ha llegado a sentir, amenazados por todas las partes, incluso por sus hermanos, tras las negociaciones que vinieron después de la toma del río 25 de octubre que se llevó a cabo por parte de pobladores que no fueron tomados en cuenta a la hora en que la empresa responsable del derrame Pluspetrol Norte S.A. repartiese su mal llamado “apoyo social”.

Estas negociaciones han servido sobre todo para desviar la atención en los asuntos de fondo (contaminación en el río y sus gravísimas consecuencias, sociales, culturales y medioambientales) contentando a la gente con 350 soles por familia y 35 toneladas de comida en lata y agua embotellada que deberían haberse repartido con anterioridad y que servirán entre otras cosas, para seguir cambiando los hábitos alimenticios locales, agua del río y pescado fresco.

Finalmente, aquí no se negocian asuntos relevantes como: si es viable la extracción de hidrocarburos, si hay formas menos dañinas de realizar esta faena, si es posible ejecutar algún cambio legislativo respecto a industrias extractivas, si se respetan los derechos a consulta a las comunidades, si son o no viables las prácticas de remediación de daños o reinyecciones de aguas de formación, así hasta un largo etcétera.

Los resultados de la mencionada negociación es a fin de cuentas la misión principal de lo que llaman Responsabilidad Social Corporativa (RSC), apaliar y minimizar daños con la clara intensión de crear paz social que permita seguir trabajando en las condiciones más favorables económicamente.

Por tanto, lo que se negocia es la derrota, la enfermedad, el plomo o cadmio en la sangre debido a las prácticas de extracción, o bien la pérdida de las formas de subsistencia tradicionales recibiendo a cambio muy poco, un premio de consolación o a veces incluso nada, como el caso de la gente del Bajo Nauta, quienes habiendo sufrido el derrame no se les considera impactados por estar muy alejados del punto del derrame como para entrar dentro del círculo de los que algo recibirán. A esta altura del río Marañón está la comunidad de Miguel Grau con su oxidado e inacabado mirador turístico, bien, los turistas podrán ir allí a ver personas enfermas y sin agua, ellos mismos pasarán sed, lo aseguramos.

Esta situación de abandono -por parte del Estado- y por consecuencia de semi feudalismo -por parte de la Corporación- que vive la gente del río Marañón, obliga a que incluso en la división entre lugareños, se intente a través de la organización indígena conseguir algo más que latas y botellas de agua, algo más que un poco de plata; para eso se quiere interponer una denuncia por la vía civil a la empresa responsable (Pluspetrol Norte S.A) una medida única, nunca vista en la zona , ya que normalmente las empresas consiguen negociar de forma directa lo que ellas consideran oportuno y se ahorran la demanda. A través de esta denuncia se quiere conseguir reconocimiento y respeto para la gente, para el río y por la vida; para esto, los lugareños del río Marañón están obligados a definirse y eso es lo que ha ocurrido, Alfonso López (líder cocama) recibe desde ya, y después de unas prolongadas reuniones en la ciudad de Nauta, todo el respaldo por parte de Acodecospat (asociación cocama de desarrollo y conservación San Pablo de Tipishca) para llevar adelante la demanda.

El pronunciamiento de los indígenas y habitantes de la amazonía ha sido en los últimos años ferozmente mitigado por parte del Estado, sólo falta recordar los trecientos muertos en la Masacre de Bagua (05/01/2009) y los 21 procesados luego de las protestas del Caso Andoas (03/2008). Evidentemente el Estado se dedica a criminalizar a estos que no se conforman con un caramelo por la derrota, y por el momento la vía judicial por la que opta ORPIO y Acodecospat sigue en pie, pero ellos en la estrategia tienen presente que la amenaza está latente. Por el momento, en el caso del derrame del río Marañón, el papel que ha realizado el Gobierno Regional de Loreto ha sido el de ignorarlos.

Desplazándonos geográficamente, nos situamos en la ciudad de Lima, encontramos un amplio grupo de jóvenes, preocupados por lo que sucede en el rio Marañón y en la Amazonía en general, sorprendente porque es normal que lo que sucede en la selva no interese a nadie, ni siquiera en la ciudad de la selva, Iquitos. Estos jóvenes limeños son concientes de que los problemas de la amazonía no son aislados, que lo que acontece en la selva afecta a todos y además pasa en muchos otros lugares, las graves situaciones que se producen en los lugares donde empresas extractivas operan hacen que las poblaciones se desplacen y por consiguiente aumenten los barrios periféricos las tasas de extrema pobreza, por tanto viajando con ellos el malestar y en muchos casos la enfermedad, (pero no se confunda para nada queremos hacer de las víctimas los culpables, como sí lo hace el Estado). Los peces y frutos contaminados también llegan lejos, son consumidos y comercializados tanto en zonas alejadas del punto de contaminación como en los mercados de las ciudades, por tanto sigan atentos porque nadie está a salvo de estas catástrofes.

Líderes indígenas intentan también a través de la política dar freno a estas situaciones, está claro que desde hace mucho la selva se entregó a multinacionales extranjeras que extraen los recursos y no se preocupan más que de sus propios beneficios, sin embargo la solución de estas situaciones no pasa por la nacionalización de estas industrias, o por si son estados capitalistas, socialistas o de otro tipo, el problema no es si las materias primas se exportan o se quedan en el lugar de origen, el problema está en las formas de producción, en las formas de la industria, en la fe ciega que demuestran todos por el progreso, una idea por la cual teóricamente llegaremos a ser ricos, al máximo bienestar, donde la visión lineal de la vida moderna obliga al abandono de lo considerado como el pasado, lo obsoleto, considerando un obstáculo al desarrollo la vida tradicional y cíclica. Nosotros nos preguntamos, ¿podrán los indígenas desde la política cambiar esto? ¿Podrán al menos evitar esto que muestran las fotos?

Niño afectado por el derrame de crudo. Comunidad Santa Rita de Castilla. 08/09/2010

Dibujo de alumno de primaria de la Escuela de Santa Rita de Castilla. Los dibujos realizados por dichos alumnos está expuesta en Iquitos, en la Universidad Científica del Perú, desde el 10/12/2010

Más información en: http://rompiendoelasfalto.blogspot.com
 
Y más información en prensa:




No hay comentarios:

Publicar un comentario