Otra forma de conocer la ciudad
Los paseos-denuncia en Granada
Itinerarios por dos barrios de Granada, el Albayzín y el Zaidín, que recogen esa historia invisible de la ciudad que no sale en los libros ni en las guías de turismo
Juan Medela y Lázaro Miralles
Accede al artículo original en la edición digital de Diagonal Andalucía, julio de 2013.
Los pasados 11 y 18 de mayo se celebraron en Granada las jornadas en Defensa de la vivienda y en apoyo a la lucha de la Casa del Aire,
organizadas por la Red de Colectivos del Zaidín, Solidari@s con la Casa
del Aire y Stop Desahucios del 15M Granada. En este marco, se desarrollaron dos paseos por dos barrios de la ciudad, el Albayzín y el Zaidín. Pero más allá de la vida de los monarcas y del patrimonio material de estas zonas, estos paseos servían para contar la parte de la historia que no sale en los libros ni en las guías de turismo. Una historia reciente, actual, y a la vez demoledora sobre cómo están transformando los barrios de nuestras ciudades.
Una actividad que, además de mostrar en primera persona las
consecuencias de los cambios propiciados en los barrios por las
administraciones y los inversores privados, sirve para denunciar
públicamente todo aquello que se silencia en el avance voraz hacia el
supuesto Progreso de la ciudad. En este artículo compartimos una
síntesis de los trayectos y sus historias.
El Albayzín destruido
Desde Plaza Nueva hablamos del proceso de transformación que afecta al Albayzín, cuyo comienzo se sitúa simbólicamente con la declaración como Patrimonio de la Humanidad del conjunto Alhambra-Generalife en 1984, y se intensifica en 1994 cuando el propio barrio es declarado Patrimonio de la Humanidad. Dicha declaración atrajo a inversores tanto públicos como privados, y con ellos a la especulación inmobiliaria y financiera, cambiando el carácter popular del barrio y convirtiéndolo en un parque temático para el turismo.
Esta
orientación del barrio hacia el turismo se visibiliza en cuestiones
como la accesibilidad y la movilidad en el barrio. A pesar de que al
abordar la peatonalización de cualquier centro histórico se ha de buscar
un equilibrio entre el disfrute del entorno y del patrimonio, y las
necesidades de salida y entrada a ese espacio por parte de residentes y
comerciantes, en el caso de la peatonalización del Paseo de los Tristes la
balanza se decantó hacia el turismo, sólo dejando circular por la zona a
un pequeño tranvía eléctrico de siete plazas y los taxis que van a los
hoteles, quitando así los servicios públicos a la vecindad.
Desde Plaza Nueva hablamos del proceso de transformación que afecta al Albayzín, cuyo comienzo se sitúa simbólicamente con la declaración como Patrimonio de la Humanidad del conjunto Alhambra-Generalife en 1984, y se intensifica en 1994 cuando el propio barrio es declarado Patrimonio de la Humanidad. Dicha declaración atrajo a inversores tanto públicos como privados, y con ellos a la especulación inmobiliaria y financiera, cambiando el carácter popular del barrio y convirtiéndolo en un parque temático para el turismo.

Bajamos por San Juan de los Reyes, calle que, debido
a la peatonalización de los Tristes, acumula todo el tráfico de esta
parte del barrio en un carril que en ocasiones no llega a los tres
metros de ancho, razón por la cual plantean recortar varios edificios
históricos de la zona.
Llegamos a la calle Calderería, lugar donde con el éxodo de población y la llegada de nuevos habitantes y transeúntes, se han cambiado los comercios de alimentación y uso diario por tiendas de artesanía y teterías, que nos transportan a un oriente atemporal.
Subimos un poco más y en el número 1 de la calle Babolé nos encontramos con el primer conflicto del trayecto relacionado con la
vivienda.
Una casa de vecinos del siglo XVI, adquirida hace unos años por el hijo
del constructor Ávila Rojas, con el objetivo de declarar el inmueble en
ruina, echar a los vecinos de renta antigua y construir apartamentos de
lujo. Dinámica que, con sus matices, vemos reproducida en otras paradas
como:
Llegamos a la calle Calderería, lugar donde con el éxodo de población y la llegada de nuevos habitantes y transeúntes, se han cambiado los comercios de alimentación y uso diario por tiendas de artesanía y teterías, que nos transportan a un oriente atemporal.
Subimos un poco más y en el número 1 de la calle Babolé nos encontramos con el primer conflicto del trayecto relacionado con la


La Casa del Aire en Zenete 7, casa de paso del siglo XVII que fue comprada por la inmobiliaria


Terminamos en la Plaza del Triunfo, recordando la responsabilidad que tienen en todo esto las administraciones públicas y las propias normativas y leyes, así como las grandes inmobiliarias, principales protagonistas en el proceso de destrucción del Albaicín, acabando con sus gentes, sus comercios, su esencia…
El Zaidín, “de aquellos barros… estos lodos”
El Zaidín surge en los años 50, como respuestas a una serie de catástrofes naturales (terremotos e inundaciones), que dejan a muchas familias sin hogar en diferentes partes de Granada (Cuevas del Sacromonte, Barranco del Abogado o Jesús del Valle…). A raíz de estos hechos, que se van sucediendo durante varias décadas, el Gobierno, apoyado por el Patronato de Santa Adela y la Obra Sindical del Hogar, decide ir asentando construcciones de viviendas baratas, y rápidamente construidas, que eran cedidas a los/as damnificados/as por dichas catástrofes con el mecenazgo de personas adineradas y de poder de Granada.
Estas viviendas construidas hasta los años 60, constituyen el Zaidín originario, la zona más antigua. En los años 70-80, comienzan a aparecer construcciones que aprovechan que en esos años no está clara la legislación sobre la vivienda para especular con bloques de pisos para los que no existían límites en alturas, separación entre bloques, etc… En los años 90, comienza a edificarse en los alrededores del Zaidín teniendo ya en cuenta espacios verdes, más espacios abiertos, y en estas zonas se concentran la mayoría de los equipamientos que necesita el barrio.
Así, la configuración del Zaidín, puede explicarse a través de círculos concéntricos, desde la zona más antigua y precaria, hasta las actuales edificaciones que se están haciendo en el barrio, y es así como visitamos el Zaidín.

La Biblioteca de Las Palomas situada en la antigua
Plaza del Generalísimo (actualmente Plaza de Las Palomas), es el lugar
desde donde partimos, centro actual de una fuerte reivindicación del
barrio tras ser cerrada por segunda vez, y en esta última ocasión
recuperada por los vecinos y vecinas. Aquí los vecinos y vecinas nos
hablan de la historia de esta plaza, el primer espacio abierto alrededor
del cual se construyeron las primeras viviendas del Zaidín.

Oficina del Patronato de Santa Adela, actualmente
todavía en funcionamiento, y espacio desde el cual los vecinos y vecinas
han ido y siguen regularizando la situación de unas viviendas que se
cedieron con derecho a compra a partir de unas rentas bajas que
mensualmente sus moradores/as han ido pagando durante más de 50 años.
Plaza Velázquez, en una de las zonas del Plan Santa Adela (Plan urbanístico y socioeducativo para
la
remodelación de una buena parte de aquellas primeras precarias
viviendas que se construyeron en los años 50-60), en la que se puede
observar fácilmente un gran bloque no acorde con la estructura de la
zona, pues se construyó justo en el espacio inicialmente pensado para la
Plaza Velázquez, que no existe y que los vecinos/as de Santa Adela
quieren mostrarnos para que comprendamos la falta de planificación que
ha existido en el Zaidín desde su origen, y los problemas que hasta hoy
esto acarrea.
Plaza Velázquez, en una de las zonas del Plan Santa Adela (Plan urbanístico y socioeducativo para


A esto, se une el hecho de que durante el año 2012, de acuerdo con las ordenanzas de Inspección Técnica de los Edificios que cumplan 50 años de su construcción, tienen la obligación de pasar dicha ITE, estando dichos edificios en el llamado Plan de Santa Adela que de antemano parte de las malas condiciones de sus viviendas, y de la necesidad de reconstrucción de las mismas.

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